Los inicios de KIRCHHOFF Automotive en Gliwice se remontan al año 2004, cuando se alquiló una nave con una superficie de 3.800 m² en las instalaciones de Zakłady Mechaniczne Bumar. Tras los primeros éxitos de esta pequeña planta de producción, se tomó la decisión de comprar una parcela en la Zona Económica Especial de Katowice - Subzona de Gliwice y seguir desarrollando la planta en Gliwice. La fábrica, construida desde cero, está evolucionando de forma dinámica; actualmente ocupa casi 50 mil m2 construidos en parcelas de casi 13 ha. Gracias a ello, la planta tiene un mayor potencial de inversión.  
La planta de producción de Gliwice está especializada en la fabricación de elementos estructurales metálicos para la carrocería y el chasis de los automóviles, produciendo subconjuntos como bastidores de motor, soportes de salpicadero, bajos y parachoques. Además de los procesos tradicionales de la automoción, como la estampación, la soldadura y el recubrimiento catódico por inmersión, la planta aplica las tecnologías más modernas utilizadas en esta industria, como el conformado en caliente y la soldadura láser. Estos procesos permiten producir piezas muy ligeras y a la vez muy resistentes, algo importante desde el punto de vista de la seguridad y la protección del medio ambiente. La planta se caracteriza por un nivel muy alto de automatización y procesos robotizados: está equipada con más de 240 robots. El valor de la inversión anterior de KIRCHHOFF Automotive en Gliwice supera los 600 millones de PLN.